La Plata, Ciudad Generosa

Se equivocó. La semana pasada, en uno de sus por demás infrecuentes diálogos con los medios acreditados en la Gobernación, Daniel Scioli señaló que por “respeto y gratitud” espera poder “hablar” con Alberto Balestrini sobre la elección de su compañero en la fórmula reeleccionista.
El mandatario provincial expresó que Balestrini, quien permanece internado desde el 7 de abril del año pasado por un cuadro de ACV, “está con señales de recuperación progresiva”. “Le ruego a Dios que pueda tener la oportunidad de hablar con él o con su mujer (María del Carmen Cardo), o intercambiar alguna opinión”, aclaró Scioli en aquella oportunidad, agregando que “por lo menos quiero tener esa tranquilidad espiritual antes de tomar la decisión”.



Sin embargo, a juzgar por el delicado cuadro de Balestrini y las consecuencias que ocasionó esa declaración, el gobernador cometió un grosero error. ¿Imprudencia? ¿Ignorancia? ¿Torpeza? Sólo él lo sabe.
Es que el propio hermano del vicegobernador, Álvaro Balestrini, aseguró días más tarde que resultará “imposible” hacerle consulta alguna al paciente porque “se está recuperando de forma muy lenta y todavía no puede comunicarse con su entorno”.
“Se está recuperando, siempre un paso para adelante, pero muy tenue, lento, es muy trabajoso para él”, aseguró el hermano del vicegobernador en declaraciones radiales.
Álvaro afirmó además que Balestrini aún “no es conciente” de lo que pasó, aunque aclaró que “sí” tiene algunos momentos en los que puede reconocer a familiares directos, “como a los hijos, a la mujer, a los hermanos” con quienes “se pone tenso, nos agarra las manos, nos aprieta y no nos deja ir”.
Lo que haría más preocupante incluso la intención del gobernador Scioli de consultarlo es que Balestrini ni siquiera estaría enterado del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, según trascendió de fuentes confiables cercanas al titular del Senado.
El error ya está cometido. Resta esperar que la próxima vez se aplique un poco más de mesura en un tema tan delicado. ¿Será mucho pedir?

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