La Plata, Ciudad Generosa

Errático, mal llevado y meditabundo, caminaba yo por una de las diagonales de Plaza Moreno y, mientras de reojo pispeaba el revoloteo inconstante de las blancas palomitas, me encontré, con gesto enjuto, a un gran amigo y sabedor de los chismeríos de pasillo del Concejo Deliberante platense, Willy “el escurridizo”.
-“Willy!!”, le grité. ¿Novedades?
-Qué hacés Martín, si, chiquitas pero novedades al fin. Me enteré de que el concejal Juan Pedro Chaves está recientemente separado de su mujer y nadie sabe por qué…
-¿Vos hablás del hermano de Guillermo Justo? el frustradísimo aspirante a la intendencia de La Plata y kirchnerista recalcitrante...
-Si, claro, el mismo, el mismo. El tema es que Juan Pedro es un tipo tranqui, de esos bien peronistas que van “de la casa al trabajo y del trabajo a la casa”. Todos se preguntan cuáles habrían sido los motivos de la separación ya que como otros políticos de la jungla lugareña, Pedrito no es ni caravanero, ni drogadicto ni nada de eso. Es más, se porta tan bien que tenía como costumbre volver al hogar con su familia siempre promediando las seis o siete de la tarde.
-Y Willy, viste cómo son las cosas del amor. Vaya a saber uno en que cuestiones no se entendían con su ex mujer.
-“Será, será…”, me respondió mi siempre leal informante, antes de despedirse con un abrazo y perderse en un cajero automático de la torre Gubernamental II.


fuente ---ACA

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