La Plata, Ciudad Generosa

Eran tiempos duros los de Alemania en 1941, cuando el régimen nazi de Adolfo Hitler había copado hasta el último recoveco de libertad y los países aliados (liderados por Rusia, Inglaterra y los Estados Unidos) iniciaron un bloqueo total contra el país. Por eso, la compañía Coca-Cola se quedó sin los insumos necesarios para fabricar su popular gaseosa en tierra teutona.
A raíz de ese inconveniente, un directivo de la empresa llamado Max Keith ideó una alternativa que poco tenía que ver con el jarabe de cola: inventó así una gaseosa a base de frutas con el gusto y color de la naranja.
El nombre de la bebida fue elegido por los trabajadores de la planta de Coca-Cola en Alemania y entonces nació la Fanta.
La leyenda, difundida en el libro "Ya está el listo que todo lo sabe", cuenta que el primer nombre de la Fanta fue gustamente "Fantasie", por "fantasía" en alemán, pero un operario de la planta llamado Joe Knipp lo acortó y quedó como se conoce hoy.

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