La Plata, Ciudad Generosa

Nuestro amigo Paco Lara* se topó con los abusos y las negligencias del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), quien en lugar de poner el hombro por sus clientes, se hace el desentendido para no oir sus reclamos mientras la Federación Bioquímica de Buenos Aires (FABA) hace con los pacientes lo que quiere.
Me lo contó una mujer desesperada. No se puede entrar en detalles por lo intimo del asunto.
La situación parece ser ésta. La señora sufre una molestia en su zona genital. Va a la ginecóloga que le receta un estudio. Se dirige con la muestra recientemente extraida a un famoso laboratorio. Me distraigo un poco para informar a los lectores que esta empresa, sita en dos locales de Calle 13 y Calle 14 (a la altura de 37), y gracias al porcentaje elevado de pacientes de las obras sociales y especialmente IOMA de estos últimos años, se ha construido un edificio como si fuera un Banco de Shangai. Perdón la disgresión.



El laboratorio le hace dejar una seña por si FABA (la Federación Bioquímica de Buenos Aires) no le aprueba el pedido. Y, casualmente eso sucede: se produce el rechazo y el análisis se eleva a más de 500 pesos. La mujer no lo puede creer. Ya no solo tiene irritada la zona en cuestión sino todo el cuerpo. En el laboratorio no le dan los resultados de los análisis que sí le aprobaron. Es un rehen. Va de un lado al otro y finalmente algo entiende.
-Te hacen dejar una seña sin decirte que seguramente será rechazado el análisis. Lo mandan a FABA que son ellos mismos en otro edificio pero vestidos de Auditores. Te lo niegan porque no quieren más gente de IOMA por los atrasos. Pero no te avisan, te hacen hacer el estudio para que después estes obligada a pagarselos como un privado-. La señora me lo explicó en detalle luego de recorrerse todas las suntuosas oficinas compradas con una rentabilidad que no parece nada exigüa.
-¿Habrá otra instancia donde quejarse? Pregunté yo, optimista
-No, en FABA no atienden público. Me dice la mujer.
- ¿Y el médico?, pregunté
-Los laboratorios dicen que los médicos no saben pedir los análisis, los médicos arguyen que los de FABA sólo quieren hacer plata. Replicó la enferma.
-¿Y IOMA?
-¿Vos entraste a IOMA ultimamente? estan todos locos. Te rechazan todo, por las dudas.
-Se quejan por los atrasos, pero no recuerdan estos 10 últimos años de puntualidad y buenos dividendos -Le dije yo para concluir-. En estos días de dificultades económicas deberían poner un poco el hombro, rematé.
-La señora ni me contestó; se fue con un gesto de resignación marcado en su boca. Mientras caminaba, se rascaba la región pudenta.
*Escribe Paco Lara. Un homenaje desgraciado a Roberto Arlt de un platense despabilado

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