La Plata, Ciudad Generosa

Los alumnos de una escuela secundaria de Avellaneda idearon un bastón ultrasónico destinado a personas con problemas de visión o completamente ciegas. Se trata de un sistema que manda una señal de rebote y recibe otra, con lo que se puede calcular la distancia a través de un algoritmo. “Es un sistema de ayuda para autonomía de traslado de personas con ca¬pacidades visuales diferentes. Es un dispositivo basado en un sistema de sonar por ultrasonido, controlado por un efector con microprocesador con algoritmos desarro¬llados para determinar obstáculos y desniveles presentes en la periferia”, explicaron los alumnos de la Escuela Secundaria Técnica Nº 5, “Dr. Salvador Debenedetti”, en la Feria Provincial de Ciencias realizada en Miramar. Según esa explicación, el artefacto “brinda un informe al porta¬dor de inmediato por medio de una matriz de elementos vibratorios comunicados por un protocolo para codificar la información a transmitir”. Se trata de un dispositivo con formato “cilíndrico telescópico”, de modo que pueda funcionar con un bastón convencional en caso de fallas del sistema electrónico. Horacio Basta es el docente que coordinó el proyecto, el cual fue presentado por Luciano Leguizamón y Germán Rajmu. “Se charló en el aula, surgió casi como sin querer la cosa. Alguien había visto algo en una página de Internet sobre proyectos que no existen pero que podrían ser posibles. Se había trabajado con ciegos antes, y ahí nació la idea de elaborar un bastón que facilitara la circulación de personas no videntes en la vía pública”, explicó el docente. Así, los alumnos de sexto año se pusieron manos a la. Según cuenta Basta, primero hicieron un dispositivo que sonaba de forma intermitente cuando se encontraba con un objeto. Luego refinaron la idea. “Mejor que hacerlo por sonido, preferimos hacerle un vibrador tipo celular, y que esto funcionase por vía del tacto”, indicó Basta. Se encontraron con un problema: “Si le poníamos un vibrador de teléfono, no había batería que aguantase. Así que abrimos una linterna y trabajamos con pastillas cerámicas, que producen un efecto llamado piezoeléctrico”. El sistema se adosó a un bastón de plástico. El cerámico se encarga de mandar la vibración al mango, siendo sentida por la mano. Este es el proyecto en sí, aunque le ven posibilidades de ir creciendo. “La idea es sumar varios elementos vibratorios, que sumen información, no solo que diga que hay un objeto, trabajar en la programación y que dé más datos, si se acerca a una esquina, por ejemplo”, sigue Basta. “Ahora queremos poner una pequeña matriz y hacer una vibración combinada. En un futuro, si se pudiera desarrollar, podríamos incluso mandar información en código braille”, agrega.
En sí, el dispositivo funciona cuando se acerca un objeto viviente. La persona que lo porta lo lleva como si fuese un bastón de los usualmente usados por ciegos, enfocando hacia dónde se dirige. El bastón ultrasónico aún no ha sido usado por personas con disminución visual, dado que todavía no alcanzó un alto desarrollo. “Empezamos hace poco, ni en la industria se trabaja tan rápido. Pero en algún momento se podrá utilizar. Por ahora trabajamos con un prototipo en el aula, hay que ir trabajando el software, y siempre aparecen problemas inesperados”, dijo el profesor. La experiencia fue con los alumnos de sexto año en las materias Lengua Electrónico y Aplicaciones Digitales. Ya han hecho cuatro bastones y estuvieron un mes para hacer cada uno. Además de detectar la presencia de objetos, el sistema permite conocer la distancia respecto de ellos. A la hora del balance, el profesor no tiene dudas: “Vale la pena aprender, a tener la dedicación de horas para pensar soluciones. Son chicos de sexto año, quinta división, que vinieron en días que no había clases, quedándose horas en el laboratorio. Pusieron todo”.

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