La Plata, Ciudad Generosa

Iba por las calles aledañas a Plaza Moreno de La Plata, soñando como siempre con un mundo mejor, cuando desde una mesa en la vereda de un café me llamó un amigo. “¡Martín querido!”, escuché. A simple vista no lo reconocí. Era Romualdo, un viejo amigo que siempre había sido mi informante en el mundillo municipal platense.
“Tomáte un feca, dale, no te ortives”, me invitó. No me quedó otra que suspirar y sentarme a la mesa.
 “¿En qué andás?”, le pregunté luego de llamar a la moza. “Siempre en la misma, viviendo del Estado”, me respondió, y atacó la última medialuna que sobrevivía en el centro de la mesa. “¿Tenés algo para contarme?”
. “Por supuesto”, se adelantó. “La última es un desplazamiento en el gobierno del intendente”, fue su introducción.
 Mi interés creció.
 “Se dice en los pasillos de la muni que el director de Compras y Suministros, Horacio “Gusano” Giusso, fue echado por romper el pacto con Pablo Bruera, entre otras razones…, además de quedarse con algunos vueltitos que no correspondían”.
 “Mirá vos”, dije por toda respuesta, y contraataqué: “¡Se sabe quién va a ser su reemplazo?”.
 “Sí, Martín, parece que en su lugar entra Natalia Cepeda, la secretaria de Nacho Martínez en Control Urbano”.
 Parece que Nachito no pierde el tiempo, pensé, y me concentré en ver si la borra del café me decía algo más.

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