La Plata, Ciudad Generosa

La desjerarquización, dispersión, y eliminación de las áreas técnicas provinciales y municipales; la nula articulación y cooperación en cuestiones regionales, ambientales y urbanas; y la falta de atención e implementación hacia estudios aportados por el sistema universitario, aparecen como causas del desastre provocado por el temporal de lluvia del 2 de abril, según un documento elaborado y difundido por la facultad de Arquitectura de la UNLP. El documento también se ocupa de la falla en los planes de contingencia ante los hechos consumados. Se mencionan como factores determinantes para que la catástrofe terminara con la vida de al menos 54 personas, los “déficits acumulados por décadas de desinversión, y privatizaciones”, así como la “impericia” y “la responsabilidad” de los que tienen la representación técnica y política de gobierno. El texto de las autoridades de esa unidad académica fue emitido a través de su Boletín Informativo, y a continuación se los transcribe completo: "Nos resulta inadmisible atribuir a la fatalidad, lo sufrido. Causas, consecuencias y responsables de las mismas, están a la vista. La desjerarquización, dispersión, y eliminación de las áreas técnicas provinciales y municipales, destinadas a adoptar modelos eficaces de gestión y procesos de planificación urbana, son sólo algunas. La nula articulación y cooperación interinstitucional en cuestiones regionales, ambientales y urbanas; y la falta de atención e implementación hacia estudios aportados por el sistema universitario, así como actores de la sociedad advirtieron y advierten sobre esta problemática, son solo algunas de las deudas evidenciadas por el poder político del Estado. Potencian este cuadro, los déficits acumulados por décadas de desinversión, y privatizaciones que estaban destinadas al fracaso, alentadas por quienes hoy sólo pueden mostrar insuficiencia de inversiones realizadas, en materia de obras de infraestructura que en la última década, quedaron a mitad de camino, cuando no, sólo en meros anuncios. Cómo no preguntarnos e intentar comprender, por qué en una década de crecimiento económico, no se pudo o quiso traducir el mismo, en desarrollo y fortalecimiento de la ciudad, en una planificación a corto, mediano y largo plazo, expuesta ante diferentes actores, para su posible consenso e implementación. Esta tragedia no tiene antecedentes. La cantidad de agua de lluvia caída en un determinado tiempo, transformó la ciudad. Nuevamente la impericia y la responsabilidad de los que tienen la representación técnica y política de gobierno, se hizo presente con la carencia de planes de contingencia. Por el contrario, respuestas desestructuradas y contradictorias, causaron la pérdida de muchísimas vidas, al igual que incalculables daños. Recorrer principalmente los barrios de la periferia marginal de la ciudad de La Plata, pone en evidencia que la Ciudad no cuenta con un proyecto de crecimiento y vinculación con la Región, y su correspondiente infraestructura necesaria. La inundación de muchos sectores, manifestó esta realidad tanto en el casco urbano, como en los innumerables asentamientos sobre cuencas hídricas inundables -que lejos distan de constituir un hábitat que revista condiciones de dignidad-. Cómo se reponen realmente, las miles de personas que hoy intentan “recuperar” algunos de los elementos esenciales de subsistencia, sólo a través de donaciones? Porque las condiciones estructurales continúan vigentes. Pasada el agua, resurge la carencia de las mismas necesidades básicas no resueltas antes de ella: la falta de un trabajo estable, el acceso a la salud de calidad, la posibilidad de un hábitat digno con niños que puedan asistir a la escuela, creciendo en familias donde la alimentación saludable y suficiente no sea lo que falte. Si lo central no se modifica, es probable que se desaliente el bienestar anímico, cultural y social, necesarios para un desarrollo pleno de la vida. Si en el corto y mediano plazo nada de lo sustancial cambia, seguramente nos encontremos esperando una nueva tragedia, que duele mucho y por supuesto duele más en aquellos que menos tienen. Creemos en la política como la única herramienta disponible para resolver satisfactoriamente una agenda social-urbana, cuya complejidad requiere de un consenso fundamentado en la articulación conjunta de saberes, altas capacidades técnicas, y plazos de formulación e implementación, que superen los mandatos de gobierno y las estrategias de financiamiento no tradicionales. Para ello se necesitan gobiernos comprometidos y gobernantes probos. Y la consiguiente responsabilidad que atañe a cada uno, como miembros de una sociedad conscientemente comprometida con su presente y su futuro".

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