La Plata, Ciudad Generosa

La arenga se propagó boca en el momento indicado y la columna verde y sobre ruedas salió disparada desde la esquina 1 y 50 con destinos al centro de la ciudad. Iban a seguir 60 minutos en los que se mezclaron la adrenalina, el sudor, y el disfrute de sentir el viento en la cara. Unos 800 jóvenes, montados en rollers, tablas y bicicletas irrumpieron en el ritmo sabatino para celebrar por tercer año consecutivo el Día Mundial del Planeta Tierra. Esta vez los organizadores no se abstrajeron de la tragedia que vivió la región, y la movida fue solidaria. Los inscriptos acercaron alimentos, ropa y colchones para los damnificados de las inundaciones. La edición 2013 del Green Day en La Plata volvió a reunir a cientos de amantes del transporte ecológico. El objetivo de la propuesta es concientizar al resto de la ciudad que es posible utilizar, aunque sea en algunos momentos de la vida cotidiana, medios de transportes no contaminantes. "No es que queramos que no haya más autos, sólo queremos que se estemos concientes que existen alternativas para algunos momentos", dijeron Lucas Portella y Damián Guerrero (Oky Doky), integrantes de la organización Longbrothers La Plata, organizadora de la actividad. Así, desde las 15, se reunieron sobre la calle 50, a la altura de la facultad de Odontología, grandes y chicos portando sus rollers o con las patinetas bajo el brazo. Segundos después de la orden de largada, la extensa columna (la mayoría con remeras verdes del evento), que ocupaba más de cinco cuadras, pasó rauda por la esquina donde se encuentra Diagonales. Con gritos rítmicos que seguían al "animador" que viajaba micrófono en mano en la caja de la camioneta, la marea se encaminó hacia Plaza San Martín. Los que lucieron un estado más atlético encabezaron la columna. La mayoría viajaban en rollers a tranco arrollador. Mujeres y varones duchos en las maniobras con las rueditas en fila debajo de la planta del pie que no dudan al avanzar. Más atrás las patinetas y bicicletas. La mayor parte de los participantes eren jóvenes y adolescentes, pero también había familias con niños pequeños que se las ingeniaron para no perder el tren. El recorrido incluyo una pasada por Plaza Moreno, una parada para fotografías en la Catedral, y un viaje hasta la Plaza Islas Malvinas. El regreso por diagonal 74 hasta 8, y una veloz pasada por el centro comercial, donde los participantes ocuparon todas las cuadras. Cuando los primeros llegaron a 50, los últimos recién estaban doblando en 45. El final de vuelta en 1 y 50 fue toda algarabía. Allí, frente a Odontología, se habían montado carpas con sándwiches y refrescos para recuperar a los viajeros. Y un escenario montado en la calle aguardaba que la música coronara la fiesta. Las más resistentes no esquivaron el desafío de enfrentar las rampas instaladas en la mitad de la calzada, donde varios se animaron a las piruetas.

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