martes, 28 de mayo de 2013

 

mas puerto , menos monte

Dejó de ser un rumor el traspaso de las actividades del Puerto de Buenos Aires al Puerto La Plata. Esta situación representa un arma de doble filo para la región: por un lado va a aflorar la actividad de la zona, pero, por otro, atenta contra el medio ambiente ribereño, incumpliendo con la ley provincial 12.756 de Paisaje Protegido.

El trabajo en la zona portuaria avanza día a día. Máquinas por tierra y agua, camiones y una gran cantidad de personal está trabajando de sol a sol para culminar la obra. Selma Catino, vecina de la Isla Santiago, acusó que están comenzando a cortar las puntas del lugar donde vive y de la Isla Paulino, con el fin de que las embarcaciones puedan girar y maniobrar. Los nuevos cambios violan la ley provincial nombrada anteriormente, irrumpiendo sobre el normal desarrollo del medio ambiente. al navegar por los canales aledaños se  observó esa situación.
“El desmonte que lleva adelante el Consorcio del Puerto La Plata de 45 hectáreas de humedales con cientos de especies vegetales y animales con la finalidad de acondicionamiento del suelo para usos aun no develados, ha producido una transformación irreversible y un enorme impacto sobre el ecosistema del lugar”, expresaron desde Alianza de Sistema de Humedales.
Desde el gobierno de la Provincia de Buenos Aires reconocieron que la obra demandó una inversión de alrededor de 360 millones de dólares. Hugo Bilbao, el titular del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), definió a la obra del puerto como “estratégica”.
El defensor del Pueblo, Carlos Bonicatto, defendió el proyecto de “desarrollo sustentable” y sostuvo que “el rol que tiene la Defensoría es velar por los intereses individuales y colectivos del pueblo bonaerense, y fundamentalmente en términos de medio ambiente”. Por su parte, Mariano Goyenechea, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, explicó que “cada uno de nosotros tenemos un rol muy importante. La conducción del Consorcio tiene la obligación de monitorear de cerca el desarrollo del proyecto y las condiciones en las que se llevan adelante las obras. Toda la población de La Plata, Berisso y Ensenada está ilusionada con la culminación de la obra y a la espera de que los buques comiencen a operar en condiciones óptimas”.
“En 2015, estaremos en condiciones de operar con 2 millones de contenedores. Si todo va bien seremos el puerto de mayor capacidad del Río de la Plata”, dijo en declaraciones a la prensa Daniel Rodríguez Paz, ex presidente del consorcio. En este contexto de crecimiento de la región, deberán aparecer soluciones inmediatas para controlar el avance de las obras sobre el medio ambiente y el tratamiento de los cementerios de barcos, que denunciaron algunos medios dias atras
Pero las voces de los vecinos son de otro color. Actualmente, existe una sola salida a río abierto en la franja costera sur del estuario de Río de la Plata; allí se encuentra Monte Santiago, puesto de control de Prefectura donde se deben enrolar las embarcaciones que ingresan y egresan. Ese canal es utilizado por grandes barcos, pero también por pequeñas lanchas y motos de agua. “El tráfico de naves inmensas va a aumentar considerablemente, por lo que deberán construir un nueva salida para las embarcaciones deportivas, siguiendo así con el desmonte y cambios en la selva marginal autóctona. También van a tener que hacer algo cuanto antes con los desechos que flotan en la Escuela Naval”, precisó Catino.
Luis Pelyrio, pescador aficionado, dijo: “Ya alambraron lugares públicos donde la gente iba a pescar, por ejemplo en la zona aledaña a los barcos abandonados, cercana a la Escuela Naval”.
La ambición de empresarios y autoridades no les permite visualizar la vida tranquila que llevan los isleños. Las máquinas ya destruyeron varias hectáreas de selva marginal, incumpliendo con el objeto de la ley: conservar y preservar la integridad del paisaje natural, geomorfológico, histórico y urbanístico de dicha zona.
El artículo seis de la norma sostiene que ante la realización de una obra pública o privada que pudiera comprometer o alterar las condiciones expuestas, la autorización definitiva será otorgada por las autoridades municipales de Berisso y Ensenada, que deberán contar con una previa evaluación de impacto ambiental. NOVA intentó conseguir esa evaluación, pero no está por ningún lado.
Nonpalidece, un grupo musical de reggae no desoyó esta problemática con respecto al medio ambiente: “Intereses ciegos tus aguas tiñeron y quien ahí viva se está muriendo, ambición desmedida roza la isla, con tantas luces, con tanto fuego, tanta ignorancia, tanto progreso, el monte muere y eso si es serio: en el río no queremos más polución”.

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