lunes, 24 de junio de 2013

 

otro que mete a la jermu

“¿Quién es María Helena Cháves? Sólo tiene la chapa de ser la mujer de Felipe Solá y de ser la hija de un histórico del PJ de La Plata”, era la frase más escuchada entre los comandos de las diferentes agrupaciones que apoyan, o apoyaban al intendente de Tigre, Sergio Massa. Cháves está muy lejos de ser una militante que se arremanga los pantalones para recorrer los barrios platenses más humildes y más castigados, tampoco la conocen las fuerzas vivas de la ciudad, más bien es una activa practicante de un deporte poco popular, pero muy costoso, como es el polo. El enojo viene enganchado con la extrema catástrofe que vivió la ciudad capital del primer estado argentino. Ningún político quedó indemne. El agua mató gente, inundó casas, arrastró vehículos y, también, la confianza en la clase política. “Hicimos mucho. Trabajamos fuerte para posicionar a Massa en una ciudad pero también trabajamos fuerte para posicionar a gente de la política con largos años de trabajo y militancia que mantuvieron un bajo perfil. ¿De qué trabajó esta Cháves más que de cumplir funciones de primera dama en el gobierno de Felipe, tras su separación de la ‘Colorada’”, dijo un massista indignado con la designación. Ya en el 2009, Solá trató de imponer a su mujer como candidata de la sexta sección como diputada nacional por Unión Pro, y el revuelo que se armó entre la gente de ese distrito obligó a Felipe a sacarla de la lista porque se había convertida en una “piantavotos”. Cháves había sido incorporada a la lista en detrimento de la bahiense Constanza Rivas Godio. En esa ocasión, Miguel Donadío, referente local de Unión Pro, señaló: "Hubo una presión de algunos medios y hasta de la propia gente que impulsó que se bajara de la candidatura". Solá se vio obligado a emitir un comunicado en donde anunció que la decisión de bajar de la candidatura a su esposa, la tomó por "los cuestionamientos" que generó la candidatura de Cháves. Pero esta vez tomó revancha; fiel a su estilo de “hacerse el boludo” logró colar a su mujer en el tercer lugar de candidata a diputada provincial por la 8va sección electoral. Ese lugar le corresponde a una mujer; vio la oportunidad y no la dejó pasar. Algunos testigos que estuvieron presentes con los oídos atentos el sábado por la noche, en la intendencia de Tigre, aseguraron que primero escucharon que el lugar se lo daban a una antigua militante platense de larga trayectoria, con fuertes lazos en el empresariado de la ciudad capital provincial y sus distritos vecinos, pero que Solá se había enojado con Massa por su relegamiento en la lista. Massa le preguntó entonces: “¿Qué querés a cambio?”. El ex gobernador bonaerense se despachó con que pretendía de candidata a su mujer.
“Tenemos mujeres del riñón peronista, con militancia y que aportaron mucho para que los platenses confiaran en Massa y nos meten a una paracaidista por la ventana”, se le escuchó decir a un encumbrado dirigente del PJ platense cuando se enteró de la designación de la mujer de Solá durante una “tertulia” de “jefes” de agrupaciones desarrollada en un restaurante en la noche del domingo. Y luego agregó: “La de diputados provinciales es una lista de mierda que si la votan es solo porque está pegada a la lista que encabeza Massa”. ¿Pero quién es María Helena Cháves, aparte de ser la mujer de Solá? Es hija de Guillermo Cháves, un personaje histórico del peronismo de La Plata. Comenzó a militar en el justicialismo en su juventud. Estuvo casada y de esa primera unión nacieron sus dos hijos Guillermo y Pilar. En el año 2004, conoció y se enamoró del entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Felipe Solá. Durante los dos últimos años del mandato como gobernador, ofició de Primera Dama y se dedicó a realizar beneficios y ayudó a entidades deportivas, sociales y educativas. En el 2005 iniciaron su relación, conviven desde diciembre de 2007, en una propiedad en las cercanías de la Ellerstina, cuyos campos lindan con el Fideicomiso Los Alisos de la Familia De Narváez. Para no tener problemas cuando ya no dispusieran del helicóptero de la Gobernación, Solá mandó a repavimentar la Ruta 28, no sólo se benefició él y María Helena, también benefició a Gonzalo Pieres de La Ellerstina y de la Asociación Criadores de Caballo, a De Narváez a la sazón, presidente de la Asociación Jugadores de Polo, que acababa de independizarse de Pieres y creaba Los Alisos y al ejecutor de la obra de pavimentación, José Chediack también Vocal de la Asociación de Criadores de Caballo. Los cierto que en un distrito que es nada menos que la cabecera de la provincia de Buenos Aires, el massismo quedó herido porque las decisiones inconsultas actuaron como puñales por la espalda dadas por un intendente con aspiraciones presidenciales.

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