La Plata, Ciudad Generosa

En 2003, la joven ciudad de Hurlingham elegía al segundo intendente desde su autonomía en 1995. Con el 35% de los votos, Luis Emilio Acuña, otro hijo del peronismo sindicalista, ganaba el trono de una comuna que no desconocía los avatares de su candidato: estuvo acusado por “robos reiterados” en 1970, se profugó de la justicia y fue declarado “rebelde”. Todas causas ya prescriptas. El asunto retoma vigencia luego de duras acusaciones que pesan en contra del funcionario por parte de la oposición de gobernar con "políticas autoritarias”.
Es más, su presunta vinculación con sectores mafiosos fue denunciada tiempo atrás por la diputada provincial de Libres del Sur, Vitoria Donda, que “cuando se quieren sacar a alguien de encima comienzan a perseguirlo, a presionarlo, le inician causas judiciales, hasta tal punto que esa persona o ese grupo se tiene que ir o esconder”. El pasado lo condena. Antes de las presidenciales de ese mismo año, la candidata a la intendencia de Hurlingham por el ARI, Cecilia Barrera, dio a conocer el prontuario de Acuña tras sufrir la detonación de un explosivo en la puerta de su casa. El atentado despertó las sospechas de la oposición que, acorralados por las encuestas negativas, se acercaron al Ministerio de Justicia de la Nación solicitando la comprobación de la veracidad del documento.
La justicia nunca fue expeditiva del todo, “sólo pronunció que las causas estaban prescriptas”, señaló a 24CON quien fuera candidato a intendente por el bloque Integración Vecinal y actualmente concejal mandato cumplido, Marcelo Suárez Nelson. Otro de los firmantes del facsímil enviado a justicia el 21 de agosto de 2003. Aunque Barrera dijo en una ocasión a revista Veintitrés: “Pude confirmarlo en los tribunales”. De acuerdo al documento difundido, el actual cacique del oeste del Conurbano tuvo su lugar en el Poder Judicial de la Nación con apenas 20 años. Fueron cuatro ocasiones puntuales: en 1963 por fugarse de su hogar con tan sólo 13; el 19 de febrero de 1970 (cuando se labró el prontuario con número 165.457) se lo acusó por “delitos de robos reiterados”; en 1973 obtuvo la libertad bajo caución juratoria; y finalmente la Justicia pidió su detención en 1975 por no presentarse a juicio. El resultado fue concreto: el Juzgado de Instrucción Nº31 lo declaró “rebelde”..
Pero, ¿cómo es que Luis Acuña pudo acceder a la función pública con el peso de la ley en su contra? Para el 18 de junio de 1986, la causa 24.271 le daba una buena noticia al “exiliado”: el Juzgado resolvió darla por prescripta definitivamente.
El ex militante de la UTA lo supo desde siempre, al menos así lo demostró en una entrevista de aquellos tiempo: “Yo lo tengo en mi poder (al prontuario), pero es una causa del ’73, yo era un chico muy precoz, pero de eso hace treinta años, yo me he portado bien y la causa prescribió, por eso no existe”, reconoció el edil al Diario de Morón. Nunca se dieron detalles de los presuntos robos cometidos por el joven Luis. Según aseguraron fuentes allegadas al ejecutivo a este medio, no habría actuado solo durante los atracos que tendrían como objetivo la “sustracción de automóviles. Uno de sus secuaces se entregó antes del ’73. Luego le dieron la libertad condicional a Acuña, que después se fugó”, afirmó la misma fuente. Así fue como en los '80 formó fila en el sindicato de Sanidad y más adelante apareció encolumnado al peronismo del polémico ex alcalde, Juan Carlos Rousselot de Morón. En 1999, Acuña fue reelecto como primer concejal del PJ en Hurlingham, y en 2001 accedió a la intendencia cuando Juan José Álvarez (primer intendente del distrito electo en 1995 y reelegido en los comicios de 1999) asumió como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.

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