La Plata, Ciudad Generosa

En tiempos de campaña, los dirigentes políticos habilitan todos los instrumentos y recursos para sacar una diferencia que los deje mejor posicionado. Y la ciudad de La Plata no es la excepción.
   En momentos en que el bruerismo debía votar por el desplazamiento de Javier Pacharotti, quien ocupaba la presidencia del Concejo Deliberante, Valeria Amendolara acordó con el edil Julio Irurueta que participaría de la sesión a cambio de una gran suma de dinero y material publicitario.
   El salto de Javier Pacharotti sorprendió a pocos y ajenos. Mientras algunos leyeron su pase como una jugada del intendente Pablo Bruera para “poner un huevo en cada canasta”, el oficialismo local lo vio como una traición. Sin embargo, la noticia cayó muy bien al massismo, espacio que lo recibió con los brazos abiertos.
Tal es así, que según allegados al espacio que lidera el intendente de Tigre, el referente local y candidato a diputado provincial Juan Amondaraín se habría comunicado con Sergio Massa para que moviera los hilos y se comunicara con “altos mandos” del macrismo en busca de que el concejal Julio Irurueta no participara de la sesión, que posteriormente, destituyó de la presidencia a Pacharotti.
   Como era de prever, Massa se comunicó con Horacio Rodriguez Larreta, quien levantó el teléfono y le ordenó al edil que no bajara al recinto, reuniera a la tropa de candidatos que les quedaba y se sacaran una foto con él, es decir con jefe de Gabinete porteño, para certificar la participación de la lista en las legislativas. La segunda orden fue cumplida al pie de la letra, la primera a la mitad.
    Es que Irurueta si bien no levantó la mano a favor del bruerismo, participó de la sesión y dio el quórum necesario para que se sesionara y que Pacharotti dejara el lugar más importante del Concejo Deliberante.         Pero como no todo es gratis, la decisión respondió a un acuerdo previo entre el edil macrista y la ahora presidenta del Concejo,Valeria Amendolara, quien rápida de reflejos y suelta de recursos, le ofreció 100 mil pesos y el despliegue de material necesario para la campaña del Pro: banners, remeras, gorros, reparto puerta a puerta de boletas, entre otros recursos.
    La estrategia bruerista es usar a Irurueta como mascarón de proa en una guerra con el massismo. En este sentido, el reparto puerta a puerta busca el corte de boletas. La idea que es a nivel local se acompañe al Pro, y a nivel nacional al massimo, ya que esta dispersión de votos beneficiaría al bruerismo que por todos los medios quiere quebrar la suerte del Frente Renovador a nivel local.
 Las encuestas indican que el massismo podría obtener 5 bancas, 3 el bruerismo y las siguientes repartidas entre el Frente Social que encabeza Florencia Saintout y el Frente Progresista Cívico y Social que lleva a Gastón Crespo a renovar la banca.
 De darse estas cifras el 27 de octubre, el bruerismo perdería la presidencia del Concejo, por lo que la ayuda del macrismo fue la única alternativa. En tanto, en tiempos de vacas flacas, militantes y referentes del macrismo, le endilgan a Irurueta haberse quedado con el total del dinero y no haber repartido entre los “muchachos” los frutos de acuerdos de campaña.

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