La Plata, Ciudad Generosa

    Los argentinos creemos, cotidianamente, que nada de lo que pase en política nos puede llegar a asombrar.  
    Lamentablemente, la violencia cotidiana a la que nos hemos acostumbrando hace que nos hayan adormecido el concepto de sorpresa.
    Pero ayer volvió a impactarnos la irrealidad que plantearon Capitanich y un grupo de 17 gobernadores de provincias que mantienen deuda con la Nación, entre los que estaban Sergio Urribarri, de Entre Ríos; Maurice Closs, de Misiones; Ricardo Colombi, de Corrientes, Daniel Peralta, de Santa Cruz, y Daniel Scioli de Buenos Aires, entre otros.
   Todos ellos se dedicaron a decir, como acto de agradecimiento a Cristina, unas palabras para los pocos periodistas presentes (obviamente, amigos del poder político) que hicieron algunas preguntas pueriles.
    El gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, inauguró la ronda diciendo que la presidenta, muy generosamente, había concedido a las provincias la ayuda para “desendeudarse”, y que era una forma más que positiva para sacarlas del conflicto socioeconómico en el que están enmarcadas cada una de ellas.
     Para no aburrir , cabe mencionar lo que dijo Daniel Scioli, ya que la provincia de Buenos Aires tiene que tener un renglón aparte, producto de que los más quince millones de personas que viven en ella representan casi el 40% de todo el país. Pudimos escucharlo, al igual que sus compañeros, agradeciendo las dádivas de la presidenta, sin darse cuenta (o ignorando, porque
cuesta creer que no se da cuenta) la situación real de sus conciudadanos: tanto de los que lo votaron como los que no lo hicieron.
   Aquellos que en este momento especial de fin de año, sufren de la falta de luz, la violencia social y la delincuencia que engendró estos muchos años de desigualdad económica.
      Mienten al decir que esto va a solucionar la situación de la provincia, como de la situación de todas las provincias, cuando todas ellas prometieron a las fuerzas de seguridad aumentos de en algunos casos no menos del 50 por ciento (en otros, del 70) con las arcas vacías, con una cantidad importantísima de empleados públicos que obviamente van a pretender, con justicia, tener el mismo incremento en sus magros salarios.
    Va a golpear fuertemente la realidad de cada una de ellas, con una crisis que este diario viene planteando semana a semana. Cuando los medios dicen  que existe la posibilidad de la emisión de cuasi monedas lo hacen recurriendo a economistas y políticos de distintos estamentos, con el fin de evaluar qué posibilidad habría de que esto no suceda.
Pero lamentablemente todas las variables indican que las arcas de las provincias están en rojo.

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