La Plata, Ciudad Generosa

Una ONG ambientalista de Ensenada denunció que algunas obras con residuos de hormigón, que se están realizando en Punta Lara, provocan la depredación costera más importante de los últimos 50 años en esa zona ribereña. Apuntan, fundamentalmente, a lo que ocurrió en la zona donde antes funcionaba el balneario La Playita, y a los sectores donde están la delegación municipal y el camping municipal.
“Desde el mes de diciembre del 2013 se comenzó a visualizar el cambio del paisaje ribereño en sectores como el parador ‘ex Playita’ y la bajada náutica donde funciona una delegación de la Prefectura naval, en estas horas comenzaron obras similares en el camping ubicado entre la Delegación municipal y el camping de Trabajadores Municipales de Ensenada, donde están levantado una muralla con residuos de lozas de hormigón armado proveniente de los trabajos que se llevan adelante en la 122 y en calles de ensenada”, dice el comunicado emitido por la ONG. Señala entonces que las playas de Punta Lara poseen una extensión de 20 kilómetros entre Rio Santiago y la zona de Boca cerrada, y que según los investigadores cobró auge en las décadas de los años 30 y 40 con una diversidad en el paisaje importante. Se lamenta por ello que “nunca ha tenido un manejo Integral de sus costas, ya algunos estudios realizados por Profesionales de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP de la maestría de Paisaje y ambiente señalaban por el 2010 algunos puntos débiles en la zona costera”. Entre otras cosas se destacaban la pérdida del atractivo por la contaminación; la ausencia de políticas de planificación; la degradación del paisaje por construcciones espontáneas y desordenadas, y localizaciones de actividades perjudiciales al medio ambiente; y el deterioro del valor paisajístico. “Esto ya ha sido agravado por la falta de intervención y planificación del estado Municipal plasmado en estas nuevas área de playa que piensan enterrar con escombros que correspondería a una superficie de playa que superaría los 6.000 metros cuadrados, la muralla que se está levantando posee unos 3 metros de altura y se interna a unos 60 a 70 metros hacia el rio (contabilizando desde la línea costera), perdiéndose el albardón costero, sectores de playa, ejemplares arbóreos y juncales”, plantea, y denuncia lo que considera es “un nuevo avasallamiento a las legislaciones que protegen nuestro ambiente y un mensaje hacia la población sobre el abuso del poder Público”. Puntualmente critica que para esa obra no se hicieron estudios de impacto ambiental (“como lo exige la Ley 11723”). “Mientras en distintos sitios o lugares de nuestro país y el mundo, trabajan para preservar y jerarquizar turísticamente lugares costeros como el que poseemos, existen funcionarios municipales que toman estas determinaciones unilateralmente haciéndose propio ambiente costero que es patrimonio de Todos”, afirman. “No quisiéramos pensar que responde a sólo el supuesto beneficio a un concesionario ligado a la administración para que tenga más espacio para los visitantes de los fines de semana, ya que eso sería terrible”, concluyen. Ante este cuadro de situación, Nuevo Ambiente informó que realizará presentaciones ante el OPDS y el Defensor del Pueblo bonaerense, e insistió en reclamarle al Municipio la elaboración de un plan integral para la costa.

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