La Plata, Ciudad Generosa

Leandro Desábato siempre se mostró crítico del proceso que él mismo vivió en Estudiantes después de los años de gloria. Pero ahora, la postura del Chavo parece ser diferente. Afianzado el proceso de Mauricio Pellegrino, el zaguero elogia la evolución de los más jóvenes aunque espera un salto de calidad si se quiere estar en los primeros lugares de este Torneo Final. “Cualquier equipo del fútbol argentino firmaba este arranque. Porque no es que fuimos unos fenómenos contra All Boys o los peores contra Boca. Como plantel y grupo sabemos que tenemos que dar un poco más, que sino no alcanza. Desde hace 9 meses que estamos con el mismo cuerpo técnico y casi los mismos jugadores. La idea es siempre la misma. Por momentos nos sale y por otros no”, analizó en conferencia de prensa.
Y agregó: “No tuvimos una regularidad el año pasado y es lo que apuntamos ahora. Queremos ser un equipo molesto. Que nuestros rivales se sientan incómodos. El resultado es lo más importante, pero también la entrega y las ganas que se vieron de local. El equipo está creciendo. Desde la llegada de Pellegrino el equipo creció desde los resultados y en lo futbolístico”. La derrota ante Boca el pasado domingo, no afecta el análisis del referente. “Tenemos que estar tranquilos, venimos haciendo bien las cosas y estamos trabajando bien. Duele haber perdido el último partido porque no jugamos bien. Pero sumamos muchos puntos y hoy está todo muy parejo. Se viene otra semana importante donde tenemos que sumar para salir bien parados”. Para Desábato, los más jóvenes ya están listos y maduros para afrontar los desafíos que se presentan en el Pincha: “Los pibes ya crecieron. Algunos hace tres años que están entrenando con nosotros, otros tienen 20, 25 partidos. Lo más importante es que el grupo está bien y lo demuestran en la cancha. En el fútbol argentino no es fácil consolidarse como equipo, cuesta. Vélez, Lanús y Newell´s se destacan. El resto es muy parejo. El técnico nos hace crecer día a día y hay que aprovecharlo como equipo”. En este sentido, reconoció que los más grandes sirven de guía, pero que el destino de los más chicos está en ellos: “Todo depende de uno. Si te querés conformar, llegar y ya está. Pero si querés mejorar hay mucho más por dar. Depende de ellos. Nosotros los podemos aconsejar o acompañarlos, pero son ellos los que tienen que hacer su carrera y creo que van bien. Obvio que ellos se van a equivocar. No hay que caerles ni hacerles creer que son los mejores del mundo. Hay que buscar un equilibrio”. Por último, reconoció que ser fuertes de visitante es una asignatura pendiente. “Las cosas que hacemos bien en casa, tratar de hacerlas de visitante. Nos queda pendiente del torneo anterior. Nos cuesta ser protagonista de visitante. Es una materia pendiente que tenemos que empezar a trabajarla para mejorar”, expuso.

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