lunes, 28 de abril de 2014
investiguen al garka
El Juez de Garantías, Juan Pablo Massi, explicó hoy que “todavía” el intendente Pablo Bruera no se encuentra siendo investigado por la fiscalía de Delitos Complejos en el marco de la estafa por 10 millones de pesos contra la Municipalidad de La Plata, en la que está implicado su hermano Mariano Bruera.
“Los imputados dicen tener cercanía con el Intendente, pero no hay nada de eso más que las propias declaraciones de los imputados”, explicó Massi sobre la causa por estafa millonaria que roza de cerca a los hermanos Mariano y Pablo Bruera.
Vale recordar que Alfredo Hernán Bracco, Néstor Gramajo, Claudio Alejandro Gómez y Pedro Alberto Caro, fueron procesados por intentar quedarse con 10.600.000 de pesos del Tesoro municipal mediante la falsificación de órdenes de pago.
Al respecto, el Juez platense explicó que “todavía no hay indicios que prueben la cercanía entre los imputados y el hermano del Intendente Pablo Bruera, no hay nada al momento que los pueda involucrar”.
“Los imputados dicen tener cercanía con el hermano del Intendente”, resaltó y aclaró que “no es que yo haya habilitado la investigación (contra los hermanos Bruera), lo que se habilitó ahora es una nueva instancia de juicio”.
Massi aclaró que “no hay nada que uno se pueda expedir respecto del Intendente porque no hay ninguna prueba que indique su responsabilidad, nunca estuvieron investigados”.
Según detalló el Juez de Garantías, “los hechos por lo
que se elevaron al juicio es a un grupo de personas que mediante la presentación de facturas pretendían el pago de determinados insumos que habían sido brindados a la Municipalidad de La Plata”.
“Son varias las personas que han sido imputadas en esta cuestión. Bracco ya está condenado a 3 años de cárcel, falta saber la del resto de los imputados”, detalló Juan Pablo Masi, quien enfatizó que “hoy por hoy las únicas personas imputadas son las que salen del requerimiento”.
En la investigación se dio por probado que “durante el transcurso del año 2008”, en los primeros meses del primer mandato de Pablo Bruera, dos hombres, uno propietario de un corralón de materiales “en coautoría con otro quien invocaba ser intermediario y allegado a la gestión Municipal de La Plata, confeccionaron facturas y remitos por operaciones comerciales inexistentes con la Municipalidad por un monto superior a los 10 millones 600 mil pesos”, según se lee en un tramo del requerimiento de juicio.
Uno de los testimonios que complican y salpican a la administración Bruera es el de Claudio Alejandro Gómez, titular de la empresa “Transportes CAG”, quien declara (en la foja 648 del cuarto cuerpo del expediente) que su contador, Alberto Caro, le ofreció “hacer un negocio con la gente de la Municipalidad de La Plata” y que “lo contactó con Hernán Bracco y Mariano Bruera, hermano del intendente”.
Gómez asegura en la declaración ante el fiscal Jorge Paolini que “Bracco era la mano derecha de Bruera y el recaudador” y detalló que “se reunieron en varias oportunidades en un bar de calle 13 esquina 47, desde las inundaciones de La Plata en febrero de 2008” y que “en esas reuniones le ofrecieron que aportara un millón de pesos en efectivo por adelantado, a cambio de darle licitaciones de la recolección de ramas y otros servicios de transportes en La Plata”.
A su vez, detalló que “por supuesto habría una sobrefacturación y el dicente (Gómez) recibiría el 70% de lo facturado, mientras el 30% se lo quedaba Mariano Bruera. Que supuestamente iba a comenzar a trabajar con los camiones a los 30 días de la entrega del dinero a contra entrega de las órdenes de pago”.
En ese marco, declaró ante la justicia que “recuerda que puso el dinero
sobre la mesa y no recuerda si fue Mariano Bruera o Hernán Bracco, lo pusieron en sus pies”; y además aseguró que nunca recuperó el dinero, que no fue beneficiado con ninguna licitación y ofreció a otros testigos para que corroboren sus dichos.
En tanto que Néstor Andrés Gramajo, otro de los empresarios procesados, en este caso dueño de un corralón de materiales, describió en su declaración ante el fiscal Paolini el 8 de marzo de 2010 una metodología similar, utilizada por Bracco y Mariano Bruera. Incluso el propio Bracco admitió haber trabajado como “el recaudador” del hermano del Jefe Comunal.
“Yo presentaba comerciantes que invertirían con la Municipalidad en los distintos rubros que se necesitaban. Estas personas eran presentadas al hermano del intendente, Mariano Bruera, y si la colaboración se hacía efectiva resultaba en ser proveedores de la Municipalidad”, dijo en diálogo con Desafío Económico.
Además, dice que para sacárselo de encima luego le hicieron “una cama” con “cheques truchos”, para que quedara pegado en la Justicia, aunque admitió haber entregado en forma directa, sin licitaciones, diversos negocios y concesiones de la municipalidad como el restaurante de la Terminal de La Plata, el Centro Cultural Islas Malvinas y el Pasaje Dardo Rocha, entre otros.
Massi aclaró que “no hay nada que uno se pueda expedir respecto del Intendente porque no hay ninguna prueba que indique su responsabilidad, nunca estuvieron investigados”.
Según detalló el Juez de Garantías, “los hechos por lo
que se elevaron al juicio es a un grupo de personas que mediante la presentación de facturas pretendían el pago de determinados insumos que habían sido brindados a la Municipalidad de La Plata”.
“Son varias las personas que han sido imputadas en esta cuestión. Bracco ya está condenado a 3 años de cárcel, falta saber la del resto de los imputados”, detalló Juan Pablo Masi, quien enfatizó que “hoy por hoy las únicas personas imputadas son las que salen del requerimiento”.
En la investigación se dio por probado que “durante el transcurso del año 2008”, en los primeros meses del primer mandato de Pablo Bruera, dos hombres, uno propietario de un corralón de materiales “en coautoría con otro quien invocaba ser intermediario y allegado a la gestión Municipal de La Plata, confeccionaron facturas y remitos por operaciones comerciales inexistentes con la Municipalidad por un monto superior a los 10 millones 600 mil pesos”, según se lee en un tramo del requerimiento de juicio.
Uno de los testimonios que complican y salpican a la administración Bruera es el de Claudio Alejandro Gómez, titular de la empresa “Transportes CAG”, quien declara (en la foja 648 del cuarto cuerpo del expediente) que su contador, Alberto Caro, le ofreció “hacer un negocio con la gente de la Municipalidad de La Plata” y que “lo contactó con Hernán Bracco y Mariano Bruera, hermano del intendente”.
Gómez asegura en la declaración ante el fiscal Jorge Paolini que “Bracco era la mano derecha de Bruera y el recaudador” y detalló que “se reunieron en varias oportunidades en un bar de calle 13 esquina 47, desde las inundaciones de La Plata en febrero de 2008” y que “en esas reuniones le ofrecieron que aportara un millón de pesos en efectivo por adelantado, a cambio de darle licitaciones de la recolección de ramas y otros servicios de transportes en La Plata”.
A su vez, detalló que “por supuesto habría una sobrefacturación y el dicente (Gómez) recibiría el 70% de lo facturado, mientras el 30% se lo quedaba Mariano Bruera. Que supuestamente iba a comenzar a trabajar con los camiones a los 30 días de la entrega del dinero a contra entrega de las órdenes de pago”.
En ese marco, declaró ante la justicia que “recuerda que puso el dinero
sobre la mesa y no recuerda si fue Mariano Bruera o Hernán Bracco, lo pusieron en sus pies”; y además aseguró que nunca recuperó el dinero, que no fue beneficiado con ninguna licitación y ofreció a otros testigos para que corroboren sus dichos.
En tanto que Néstor Andrés Gramajo, otro de los empresarios procesados, en este caso dueño de un corralón de materiales, describió en su declaración ante el fiscal Paolini el 8 de marzo de 2010 una metodología similar, utilizada por Bracco y Mariano Bruera. Incluso el propio Bracco admitió haber trabajado como “el recaudador” del hermano del Jefe Comunal.
“Yo presentaba comerciantes que invertirían con la Municipalidad en los distintos rubros que se necesitaban. Estas personas eran presentadas al hermano del intendente, Mariano Bruera, y si la colaboración se hacía efectiva resultaba en ser proveedores de la Municipalidad”, dijo en diálogo con Desafío Económico.
Además, dice que para sacárselo de encima luego le hicieron “una cama” con “cheques truchos”, para que quedara pegado en la Justicia, aunque admitió haber entregado en forma directa, sin licitaciones, diversos negocios y concesiones de la municipalidad como el restaurante de la Terminal de La Plata, el Centro Cultural Islas Malvinas y el Pasaje Dardo Rocha, entre otros.
Etiquetas: datos de la ciudad
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