sábado, 31 de mayo de 2014
presionando por el chongo
Un día después de la citación de Boudou a indagatoria, el ex presidente del Consejo de la Magistratura juzgó "realmente preocupante que haya habido funcionarios públicos, tanto oficialistas como opositores, que se hayan manifestado de la forma que lo han hecho" en torno a la investigación que involucra a la impresora de billetes.
En declaraciones radiales, Cabral mencionó tanto a las "diputadas (Patricia) Bullrich y (Laura) Alonso" -quienes habían alertado sobre una posible maniobra de la Sala I de la Cámara Federal para apartar al juez riel Lijo de la causa Ciccone-, como al "jefe de Gabinete y ministros".
"Todos cual si de alguna manera pretendieran enmendarle la plana a los fallos y ejerciendo no una crítica sino una afectación de la decisión judicial: la de la Cámara y la del juez", deploró.
Cabral acusó a los nombrados de tratar "por cualquier vía de imponer una presión sobre cómo se debe resolver (el caso) para obtener pronunciamientos en un sentido o en el otro".
El juez de la Cámara de Casación insistió en que ese comportamiento "es preocupante porque afecta el sistema institucional".
En tal sentido, el presidente de la Asociación de Magistrados alertó que "quien ejerce funciones en un poder está obligado a respetar las limitaciones que el ejercicio de ese poder le imponen con respecto al funcionamiento de los otros poderes".
Cabral se preocupó en aclarar que se estaba refiriendo tanto a las denuncias de Bullrich y de Alonso sobre la presunta jugada de la Sala I de la Cámara Federal para apartar a Lijo de la causa Ciccone como a "comentarios posteriores del jefe de Gabinete y funcionarios del Ejecutivo".
"Es necesario convocar a la prudencia y a la responsabilidad
institucional porque debemos tener ciertos límites que nos debemos imponer con motivo del funcionamiento institucional", advirtió el juez.
El magistrado admitió "presiones" de toda índole que sufren los jueces de todos los fueros, pero aseguró que "hay que saber poner el lomo y soportarlas".
"Si un juez está sufriendo una presión que no puede soportar y lo obliga a resolver de una manera contraria a lo que su saber y entender le indica que debe hacerlo, no puede seguir siendo juez", aseveró.
Al insistir en que un magistrado debe saber sobreponerse a "las presiones permanentes" que recibe, Cabral argumentó que, entre otras cosas, "porque también el humor social es muy cambiante".
"Jesús entró un día rey a Jerusalén y tres días después se fue crucificado como bandido", ilustró y reiteró que "los jueces deben tener la prudencia de no manejarse por el humor circunstancial" de la opinión pública.
En declaraciones radiales, Cabral mencionó tanto a las "diputadas (Patricia) Bullrich y (Laura) Alonso" -quienes habían alertado sobre una posible maniobra de la Sala I de la Cámara Federal para apartar al juez riel Lijo de la causa Ciccone-, como al "jefe de Gabinete y ministros".
"Todos cual si de alguna manera pretendieran enmendarle la plana a los fallos y ejerciendo no una crítica sino una afectación de la decisión judicial: la de la Cámara y la del juez", deploró.
Cabral acusó a los nombrados de tratar "por cualquier vía de imponer una presión sobre cómo se debe resolver (el caso) para obtener pronunciamientos en un sentido o en el otro".
El juez de la Cámara de Casación insistió en que ese comportamiento "es preocupante porque afecta el sistema institucional".
En tal sentido, el presidente de la Asociación de Magistrados alertó que "quien ejerce funciones en un poder está obligado a respetar las limitaciones que el ejercicio de ese poder le imponen con respecto al funcionamiento de los otros poderes".
Cabral se preocupó en aclarar que se estaba refiriendo tanto a las denuncias de Bullrich y de Alonso sobre la presunta jugada de la Sala I de la Cámara Federal para apartar a Lijo de la causa Ciccone como a "comentarios posteriores del jefe de Gabinete y funcionarios del Ejecutivo".
"Es necesario convocar a la prudencia y a la responsabilidad
institucional porque debemos tener ciertos límites que nos debemos imponer con motivo del funcionamiento institucional", advirtió el juez.
El magistrado admitió "presiones" de toda índole que sufren los jueces de todos los fueros, pero aseguró que "hay que saber poner el lomo y soportarlas".
"Si un juez está sufriendo una presión que no puede soportar y lo obliga a resolver de una manera contraria a lo que su saber y entender le indica que debe hacerlo, no puede seguir siendo juez", aseveró.
Al insistir en que un magistrado debe saber sobreponerse a "las presiones permanentes" que recibe, Cabral argumentó que, entre otras cosas, "porque también el humor social es muy cambiante".
"Jesús entró un día rey a Jerusalén y tres días después se fue crucificado como bandido", ilustró y reiteró que "los jueces deben tener la prudencia de no manejarse por el humor circunstancial" de la opinión pública.
Etiquetas: Argentinlandia
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