sábado, 20 de diciembre de 2014

 

en Bahia Blanca

El clima político que vive Bahía Blanca desde el pase del intendente Gustavo Bevilacqua a las filas massistas vivió esta semana un episodio que demuestra que el espíritu navideño no derramará paz. La polémica estalló ahora porque una remesa de productos navideños y bicicletas que el gobierno bonaerense envió para repartir en diferentes organizaciones sociales fue secuestrada por el Municipio. “Aunque sean donaciones, la mercadería en regla”, justificaron desde la Comuna. “Le sacaron el pan dulce de la boca a la gente”, respondieron los representantes del FpV.
Detrás de la pelea aparece lo que se perfila como una durísima puja por el poder en las elecciones a intendente en 2015, entre el intendente Bevilacqua intentando abroquelarse para resistir el contragolpe del oficialismo bonaerense tras su
partida, y el ministro de Producción Cristian Breitenstein, ex jefe comunal de esa ciudad, quien pretende recuperar el territorio tal vez con el actual titular de ARBA Iván Budassi.
El escándalo de la semana estalló cuando el director de Fiscalización de la Municipalidad, Gustavo Altuna, ordenó el secuestro de las cajas con productos navideños y bicicletas que iban a ser repartidas en la ciudad, y lo justificó diciendo que fueron descargadas en un predio que no estaba habilitado para ellos y que la mercadería no tenía ningún remito.
El lugar en cuestión está en el barrio noroeste de la ciudad y va a ser destinado a un cuartel de bomberos. Tras el estallido de la polémica las cosas empezaron a aclararse cuando Adalberto Muiño, titular de Bomberos Voluntarios de Noroeste, dijo que fue él quien "prestó las instalaciones para dejar la mercadería".
Más tarde quedó también demostrado que los remitos existían, y la mercadería (mil cajas con la identificación del gobierno bonaerense y medio centenar de bicicletas pintadas de color naranja), que había sido enviada por el Ministerio de Desarrollos Social y la Fundación Banco Provincia, fue liberada para ser repartida.
Claro que no bajo la tensión, y fueron varias las voces que cuestionaron al Bevilacqua. "Me sorprende que hayan venido a hacer este operativo, es una cosa inédita yme quita las ganas de trabajar. Porque lo que hacen es sacarle las cosas a la gente", dijo el bombero Muiño.
Y en la sesión del Concejo Deliberante el que reaccionó fue Ramiro Villalba, quien como interino de Bevilacqua echó a tres funcionarios. "Esto se trata de una persecución política de la Municipalidad hacia el sciolismo", dijo, y agregó que Altuna (el fiscalizador que secuestró la mercadería) “es un inepto que recibe órdenes de (Damaso) Larraburu", a quien calificó de "mente enferma".
Por su lado, la concejal Soledad Espina dijo "le sacaron el pan dulce de la boca a la gente que los va a buscar a instituciones que trabajan por los más necesitados ".


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