Mientras pasó la Navidad y la ciudad espera un nuevo comienzo de año, los distintos barrios de La Plata empiezan a mostrar en sus esquinas grupos de jóvenes, niños y algunos apasionados mayores, que se reúnen todos los días con el fin de construir un muñeco que signifique el broche del 2014 y la bienvenida del 2015. Esa antigua tradición platense comenzó más tarde que lo normal y a esta altura del año, el ritmo para la construcción de los momos, es lento.
En un relevamiento echo por un medio local de los muñecos con mayor tradición barrial de la ciudad, y a diferencia de otros años, el avance es menor y a 4 días del momento de la quema muchos todavía están armando las estructuras. Según cuentan los chicos y adolescentes de los barrios de 10 y 38, 4 y 531, 10 y 41, 24 y 48 y 23 y 51, el gran problema es la seguridad. “A la noche es peligroso porque hay mucha maldad y vienen a quemar lo que vamos haciendo. Por eso empezamos más tarde, porque ya no se pueden dejar solos a los muñecos en la intemperie”, relató uno de los jóvenes y coincidió con varios más. La seguridad y la falta de entusiasmo de muchos vecinos, que “ya no colaboran como antes” fueron las declaraciones que se escucharon de los chicos, que todos apuestan a “llegar sin problemas para el 31, más allá del retraso”.
Este ritual, habría surgido alrededor de los años 50 y hoy constituye una práctica cultural que denota la identidad y el carácter cultural que caracteriza a nuestra ciudad. La quema de muñecos es uno de los eventos más emblemáticos de La Plata. Se lleva a cabo cada comienzo de año a través del trabajo mancomunado por lo general, de niños y adolescentes de los barrios platenses que se reúnen antes que finalice el año para planificar el diseño y la construcción del muñeco.
La historia cuenta que todo comenzó en la década del 50, más exactamente en 1956, cuando el Club Defensores de Cambaceres ganó el torneo de la Liga Amateur Platense, en ese momento Don Luis Tórtora, presidente de dicha entidad, decidió homenajear al club construyendo un muñeco de un jugador del Rojo de Ensenada en la puerta del bar y almacén Los Obreros.
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# entrada de Adryán @ sábado, diciembre 27, 2014
