sábado, 31 de enero de 2015

 

la inseguridad no se toma vacaciones

En momentos en que gran parte de las autoridades nacionales y provinciales parecen estar concentradas en relatar todo lo que sucede en la Costa Atlántica, barrios enteros de La Plata y del Conurbano bonaerense se han convertido en tierra de nadie. En apenas una semana tres padres de familia -entre ellos un funcionario de la Fiscalía de Estado bonaerense que vivía en Tolosa, a pocas cuadras de las casa donde vivió la presidenta Cristina Kirchner (actualmente es la vivienda de su hermana y de su madre)- fueron asesinados frente a sus hijos en distintos hechos de inseguridad. En tanto, una nena fue asesinada en Villa Domínico durante un intento de robo.
Vecinos y comerciantes de distintas zonas de la Provincia están denunciando que, producto del Operativo Sol, que consiste en reforzar la seguridad en la Costa Atlántica durante las vacaciones de verano, ha disminuido sensiblemente la presencia policial en las calles. ¿El motivo? Muchos agentes y móviles habrían sido trasladados a zonas turísticas.
En definitiva, lo que ocurrió es una muestra cabal de que el principal problema que aqueja a los argentinos no ha disminuido en lo más mínimo. Por el contrario, producto de una situación económica cada vez más inestable,
se ha profundizado. Es evidente que, en el verano 2015, la inseguridad no se tomó vacaciones.
Hasta el momento, el gobernador Daniel Scioli ha evitado referirse a lo sucedido con los tres padres de familia. Sólo ha optado por pegarse, nuevamente, a la presidenta Cristina Kirchner, en momentos en que lleven cuestionamientos a la administración K por el escándalo por la muerte de Nisman.
Scioli, difícilmente, pueda tener éxito en su carrera de llegar al sillón de Rivadavia si no logra, aunque sea, moderar la ola delictiva. Hasta el momento está lejos de conseguirlo y para colmo no cuenta con ningún tipo de colaboración del gobierno nacional. Así como evitó darle el pésame a la familia del fiscal Nisman, la presidenta tampoco parece condolecerse con las víctimas diarias de la inseguridad que son el resultado de la exclusión, la miseria y la promiscuidad que generan su modelo económico.
Según los últimos datos disponibles del Poder Judicial, en territorio bonaerense se cometen 1.718 homicidios por año. Es decir, se denuncian casi cinco crímenes por jornada. Ahora bien, en lo referido a los crímenes en ocasión de robo, se comete uno cada cinco días. Si se considera que estas estadísticas sólo atañen a lo denunciando, se cae de maduro que la cantidad de crímenes y homicidios es mayor ya que hay delitos que se cometen y que jamás llegan a la instancia judicial.
Las últimas estadísticas disponibles de la Procuración bonaerense datan del año 2013. Se trata de un dato llamativo ya que las cifras se venían publicando cada seis meses, tradición que parece haberse interrumpido desde el momento en que el gobierno provincial decretó la emergencia en abril del año pasado. ¿Se trata de un nuevo favor de la procuradora María del Carmen Falbo al poder político para esconder la realidad?, ¿se animará Scioli a mostrar estadísticas fiables respecto a la evolución de la actividad delictiva o continuará con la tradición del INDEC que consiste en falsear las estadísticas?
El próximo lunes, el mandatario provincial tiene planeado encabezar un acto en las escalinatas del Ministerio de Seguridad para presentar 50 nuevos patrulleros que se integrarán a la fuerza policial. ¿Se animará a patear el tablero?


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