jueves, 29 de enero de 2015
made in la plata
Afines del año 2011, los integrantes del Grupo de Control Aplicado del Laboratorio de Electrónica Industrial, Control e Instrumentación (LEICI), perteneciente la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), comenzaron a desarrollar las estrategias para la creación de un páncreas artificial en nuestro país. Y lograron que ya se estén realizando ensayos clínicos de sus algoritmos en hospitales de Valencia y Barcelona (España). Ahora tienen previsto, y están entusiamados, con la idea de iniciar este año los ensayos en la Argentina.
Fabricio Garelli, oriundo de La Plata y reconocido Ingeniero a nivel internacional, integra el LEICI y explicó a Hoy cómo surgió la posibilidad de crear este páncreas artificial: “Surge a partir del avance tecnológico para la medición de la glucosa y el suministro de insulina. Los avances recientes de los monitores continuos de glucosa (sensores) han sido clave en el impulso dado a la idea de automatizar el control de glucemia en pacientes con Diabetes Mellitus, Tipo 1. Aun así, los sensores disponibles en el mercado están aprobados en general por las agencias reguladoras únicamente como complemento a las mediciones capilares mediante tiras reactivas (pinchazo en el dedo). Esto es debido a la falta de exactitud que todavía presentan”.
El desarrollo consiste en conectar el monitor continuo de glucosa y la bomba de insulina mediante algún algoritmo de control automático, en cuyo desarrollo se trabaja en la UNLP en colaboración con otros grupos nacionales y del exterior. “El objetivo del páncreas artificial es dotar a las bombas de insulina que utilizan sobretodo los pacientes con diabetes tipo 1 (aunque en menor medida aún en nuestro país), de la inteligencia necesaria para que ellas decidan por sí mismas la cantidad de insulina justa y necesaria para un paciente”, explicó Garelli. Con esto, se pretende evitar uno de los grandes problemas que tienen los pacientes con diabetes que pasa por decidir la cantidad de insulina necesaria en base a la ingesta o definir el perfil de insulina basal en 24 horas.
“Es una decisión de autocontrol que estresa al paciente o al responsable de un paciente como por ejemplo un padre con hijo diabético”, marcó el profesional.
“La idea es acompañar los avances médicos con tecnología apta para el tratamiento de la enfermedad. A lo que buscamos llegar es que a medida que avance hacia un dispositivo ambulatorio, este le permita al paciente diabético hacer una vida normal y liberarse de la sobrecarga del control manual de los niveles de glucosa, y por sobre todo que evite situaciones de riesgo como los eventos de hipoglucemia severa”, explicó el Ingeniero Fabricio Garelli.
Actualmente, el paciente diabético es sometido a una terapia intensiva de insulina, (mediante inyecciones diarias múltiples) o con la infusión continua mediante bombas de insulina. Sin embargo, la terapia intensiva de insulina tiene como contrapartida el incremento de episodios de hipoglucemia, que puede tener consecuencias graves como por ejemplo el coma diabético. Por lo tanto, la monitorización de la glucemia y su control mediante un páncreas artificial, serían un elemento fundamental en el tratamiento y control de los pacientes.
Por último, Garelli explicó que “es muy difícil predecir una fecha o dar un plazo preciso para que circule en Argentina, ya que no sólo depende del avance tecnológico, sino también de la aceptación médica y de las regulaciones correspondientes”, aunque se prevé “que en pocos años, debería haber al menos algún modelo de páncreas artificial aprobado para su comercialización”, concluyó el mentor platense.
Pese a las dificultades políticas, sociales y económicas que afrontan la Argentina, se conserva una importante materia gris que puede resultar de vital importancia para afrontar los desafíos de un mundo globalizado donde el avance de la ciencia y tecnología es continuo y permanente.
El hecho de que investigadores de la Universidad de La Plata hayan logrado crear un páncreas artificial, con un enorme potencial en el campo de la salud, especialmente para aquellas personas que son diabéticas, es una clara muestra de que no todo está perdido y que la Argentina en un futuro no tan lejano puede volver a ocupar un rol destacado en el escenario mundial, siempre y cuando exista una clase dirigente lúcida y planes estratégicos que permitan aprovechar al máximo este tipo de desarrollos.
El cerebro de la creación Dr. Ing. Fabricio Garelli
Es Profesor Titular (DS) y Profesor Adjunto (DE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Investigador adjunto del CONICET. Es autor del libro “Advanced Control for Constrained Processes and Systems”, publicado por la Institution of Engineering and Technology (IET) europea.
Además, ha publicado más de 60 artículos en revistas científicas y anales de congresos relacionados con el control automático de procesos. Fue Profesor Visitante en la Universidad Politécnica de Valencia (España), Universidad de Oriente (Cuba), Universidad de Girona (España) y Universidad de Gent (Bélgica). Dirigió un proyecto de investigación nacional y uno internacional, y ha participado como investigador en numerosos proyectos del MinCyT, CONICET, UNLP.
También fue partícipe del dictado de diversos cursos de postgrado en la UNLP y en el exterior y es miembro del Grupo de Control Aplicado, del Laboratorio de Electrónica Industrial, Control e Instrumentación (LEICI) de la Facultad de Ingeniería (UNLP).
Fabricio Garelli, oriundo de La Plata y reconocido Ingeniero a nivel internacional, integra el LEICI y explicó a Hoy cómo surgió la posibilidad de crear este páncreas artificial: “Surge a partir del avance tecnológico para la medición de la glucosa y el suministro de insulina. Los avances recientes de los monitores continuos de glucosa (sensores) han sido clave en el impulso dado a la idea de automatizar el control de glucemia en pacientes con Diabetes Mellitus, Tipo 1. Aun así, los sensores disponibles en el mercado están aprobados en general por las agencias reguladoras únicamente como complemento a las mediciones capilares mediante tiras reactivas (pinchazo en el dedo). Esto es debido a la falta de exactitud que todavía presentan”.
El desarrollo consiste en conectar el monitor continuo de glucosa y la bomba de insulina mediante algún algoritmo de control automático, en cuyo desarrollo se trabaja en la UNLP en colaboración con otros grupos nacionales y del exterior. “El objetivo del páncreas artificial es dotar a las bombas de insulina que utilizan sobretodo los pacientes con diabetes tipo 1 (aunque en menor medida aún en nuestro país), de la inteligencia necesaria para que ellas decidan por sí mismas la cantidad de insulina justa y necesaria para un paciente”, explicó Garelli. Con esto, se pretende evitar uno de los grandes problemas que tienen los pacientes con diabetes que pasa por decidir la cantidad de insulina necesaria en base a la ingesta o definir el perfil de insulina basal en 24 horas.
“Es una decisión de autocontrol que estresa al paciente o al responsable de un paciente como por ejemplo un padre con hijo diabético”, marcó el profesional.
“La idea es acompañar los avances médicos con tecnología apta para el tratamiento de la enfermedad. A lo que buscamos llegar es que a medida que avance hacia un dispositivo ambulatorio, este le permita al paciente diabético hacer una vida normal y liberarse de la sobrecarga del control manual de los niveles de glucosa, y por sobre todo que evite situaciones de riesgo como los eventos de hipoglucemia severa”, explicó el Ingeniero Fabricio Garelli.
Actualmente, el paciente diabético es sometido a una terapia intensiva de insulina, (mediante inyecciones diarias múltiples) o con la infusión continua mediante bombas de insulina. Sin embargo, la terapia intensiva de insulina tiene como contrapartida el incremento de episodios de hipoglucemia, que puede tener consecuencias graves como por ejemplo el coma diabético. Por lo tanto, la monitorización de la glucemia y su control mediante un páncreas artificial, serían un elemento fundamental en el tratamiento y control de los pacientes.
Por último, Garelli explicó que “es muy difícil predecir una fecha o dar un plazo preciso para que circule en Argentina, ya que no sólo depende del avance tecnológico, sino también de la aceptación médica y de las regulaciones correspondientes”, aunque se prevé “que en pocos años, debería haber al menos algún modelo de páncreas artificial aprobado para su comercialización”, concluyó el mentor platense.
Pese a las dificultades políticas, sociales y económicas que afrontan la Argentina, se conserva una importante materia gris que puede resultar de vital importancia para afrontar los desafíos de un mundo globalizado donde el avance de la ciencia y tecnología es continuo y permanente.
El hecho de que investigadores de la Universidad de La Plata hayan logrado crear un páncreas artificial, con un enorme potencial en el campo de la salud, especialmente para aquellas personas que son diabéticas, es una clara muestra de que no todo está perdido y que la Argentina en un futuro no tan lejano puede volver a ocupar un rol destacado en el escenario mundial, siempre y cuando exista una clase dirigente lúcida y planes estratégicos que permitan aprovechar al máximo este tipo de desarrollos.
El cerebro de la creación Dr. Ing. Fabricio Garelli
Es Profesor Titular (DS) y Profesor Adjunto (DE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Investigador adjunto del CONICET. Es autor del libro “Advanced Control for Constrained Processes and Systems”, publicado por la Institution of Engineering and Technology (IET) europea.
Además, ha publicado más de 60 artículos en revistas científicas y anales de congresos relacionados con el control automático de procesos. Fue Profesor Visitante en la Universidad Politécnica de Valencia (España), Universidad de Oriente (Cuba), Universidad de Girona (España) y Universidad de Gent (Bélgica). Dirigió un proyecto de investigación nacional y uno internacional, y ha participado como investigador en numerosos proyectos del MinCyT, CONICET, UNLP.
También fue partícipe del dictado de diversos cursos de postgrado en la UNLP y en el exterior y es miembro del Grupo de Control Aplicado, del Laboratorio de Electrónica Industrial, Control e Instrumentación (LEICI) de la Facultad de Ingeniería (UNLP).
Etiquetas: datos de la ciudad, tecnologia
Suscribirse a Entradas [Atom]