La Plata, Ciudad Generosa

En medio de las demoras en la inconclusa obra, el gobierno le brinda a la alemana Siemens un millonario contrato para su terminación. La empresa posee un pasado oscuro en la materia. La doble cara que reina en la política ferroviaria K
Una de las máximas populares indica que la historia nos sirve para reflexionar sobre lo que ocurrió en el pasado y poder entender por qué sucedieron hechos a lo largo de la misma que vuelven a repetirse en el presente.
Durante la mal llamada década ganada, una de las acciones centrales fue la eterna consecución de promesas anunciando obras que nunca se llevaron adelante. Una de las más paradigmáticas fue la más de una docena de veces comunicadas y jamás realizada electrificación del ferrocarril Roca en el ramal que une La Plata con Constitución, una figurita repetida que en épocas de elecciones se enarbola como caballito de batalla.
No aprendiendo de los errores y recurriendo a las mismas falsas promesas del pasado el pasado, el oficialismo se empecina en seguir perpetrándolos en el presente. Desde hace 12 años las obras en el Roca siguen en la nebulosa y son muchos los que ya se animan a decir que la misma terminará recién con el próximo gobierno que asuma en diciembre.
Buscando mostrar gestión antes de las PASO de agosto, el gobierno dictaminó la adjudicación de obras por 526 millones de pesos a la unión transitoria de empresas conformada por Siemens S.A. y Tecnología y Servicios Urbanos (Tesur S.A.) para obras tendientes a la electrificación del Roca.
Dicho contrato fue aprobado por el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, mediante la resolución 743 de la cartera, y atañe a la licitación internacional convocada a fines del año pasado para instalar la subestación transformadora y telemando, que proveerá de energía eléctrica a los trenes, al sistema de señalamiento, a las estaciones de pasajeros y a los talleres de mantenimiento del ramal.
Según la información oficial, las obras serán financiadas con recursos aportados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el marco del Programa de Recuperación de Ferrocarriles Metropolitanos. El monto del contrato negociado con Siemens-Tesur será abonado del siguiente modo: 343,6 millones de pesos; más 11,2 millones de dólares convertibles a moneda local; más 5,1 millones de dólares (en moneda estadounidense); más 7,5 millones de euros (en esa moneda).
Tal como lo viene remarcando Hoy en reiteradas ocasiones, a pesar de su prédica de luchar contra la corrupción, el oficialismo le tiende un millonario contrato a una empresa que estuvo involucrada y fue condenada por el pago de sobornos a funcionarios del gobierno menemista para quedarse con el negocio de la confección de los DNI y cuyo convenio fuera anulado por Fernando De la Rúa en el año 2000.
Pero eso no queda allí, sino que además Siemens ya no cumplió con distintos contratos que habían estado relacionados con obras para el ferrocarril en la Argentina (ver aparte), lo que hace absurdo la adjudicación para la empresa alemana. Con esto, se intenta tapar su inacción en el tema, contratando a empresas que distan mucho desde lo moral y su capacidad productiva para llevar adelante una obra de esta característica.
La electrificación del Roca en su tramo La Plata-Constitución ha sido durante el gobierno kirchnerista una de las obras más anunciadas y jamás concretadas, pero no ha sido la única en materia ferroviaria.
Un caso patente ha sido la reactivación de los talleres ferroviarios que están diseminados a lo largo y ancho del país, como los de Tafí Viejo, Gambier o La Banda, prometidos en reiteradas ocasiones y nunca ejecutados.
A eso hay que sumarle la obra del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento, los nuevos kilómetros de vías, la ampliación de los servicios, la unión del interior del país con las capitales provinciales, todas proclamas que quedaron en la nada.
Al no haber una planificación desde el Estado, se hacen mal las cosas y se invierte recursos que se van a tener que pagar por años, porque la mayoría de estas inversiones se están haciendo tomando nuevos créditos, es decir, tomando nueva deuda externa.
La alemana Siemens, que se acaba de quedar con un millonario contrato para la electrificación del Roca, no es una empresa desconocida para el ambiente ferroviario nacional, sino que es muy conocida y con un pasado por demás dudoso.
La empresa teutona había sido la elegida por el kirchnerismo para las obras de señalización del Mitre y el Sarmiento, que nunca se llevaron adelante, y por la cual Siemens años más tarde tuvo que devolverle al Estado argentino más de $ 60 millones.
Resulta llamativo que Florencio Randazzo haya elegido para la electrificación del ferrocarril Roca a una empresa con antecedentes de no terminar los trabajos, poniendo en riesgo millones de pesos que salen de las arcas estatales.
El ferrocarril puede llevar a la reconstrucción de la industria nacional si se hace con una planificación seria, pero comprando afuera y caro, sin la necesidad de fortalecer nuestra tecnología, como realiza el kirchnerismo, el panorama se presenta negro para los trenes argentinos.

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