domingo, 29 de noviembre de 2015
tilos "estresados" por el clima
La “pereza” de los jacarandás platenses para mostrar todo su esplendor en las calles platenses, atribuida por los expertos a la inconsistencia de la actual primavera para entregar temperaturas cálidas y estables, no es el más importante de los inconvenientes que provocarán en las grandes urbes, en el corto plazo, los caprichos del cambio climático. Un panel internacional de científicos llegó a la conclusión de que el calentamiento global “cansa” a los árboles, acotando su capacidad para captar el carbono de la atmósfera y devolverle oxígeno.
El fenómeno no sólo implicaría un aumento en el efecto invernadero, sino que en metrópolis como La Plata haría aún más precaria una calidad ambiental deteriorada por las talas indiscriminadas de árboles y la escasez de nuevas plantaciones que prosperen en el tiempo.
Los árboles, al necesitar del carbono presente en la atmósfera para crear sus hojas y crecer, captan hasta un quince por ciento de las emisiones de dióxido de carbono provocadas por la actividad humana. La captación del carbono y su transformación en biomasa (brotes y madera) sigue un ciclo anual relacionado con las condiciones climáticas, en dos fases de crecimiento: en la primera los ejemplares crecen en volumen, y en la segunda capturan el carbono.
La investigación que se dio a conocer días atrás fue elaborada por un grupo de científicos europeos, que monitoreó el crecimiento de árboles en varios puntos del Hemisferio Norte y descubrió que el progresivo aumento de las temperaturas les provoca estrés, modificando el ciclo de asimilación del carbono y por tanto su absorción.
El relevamiento más reciente encarado por la Comuna local dejó en evidencia que uno de cada tres frentes del casco histórico carece de árboles. Y desde diferentes entidades ambientalistas se estimó en al menos quince mil la cantidad de nuevos ejemplares que harían falta para lograr un marco que atenúe la contaminación, contribuya a la absorción de lluvias y al equilibrio climático de nuestra región.
Según estudios de la facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata hay alrededor de diez metros cuadrados de árboles por habitante, cuando el ideal sería de 30 a 40; se estima que 150 metros cuadrados de follaje generan el oxígeno que una persona utiliza en todo un día. Pero cada vez hay menos, y las carencias son mayores en localidades y barrios como Villa Elvira, Los Hornos, El Dique y Aeropuerto.
De acuerdo con un informe que acaba de emitir la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2015 se cerrará como “el año más cálido registrado desde la era preindustrial”. Y las principales causas que se identificaron son el calentamiento global provocado por el hombre, y la fuerte incidencia de El Niño. El estudio sentencia que la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera superó las 400 partes por millón durante este año, y que las superficies oceánicas también alcanzaron temperaturas récord.
Así como presenta inesperadas irrupciones de frentes fríos en plena primavera, frenando la floración de algunas especies, el cambio climático favorece la alternancia de tormentas violentas con sequías prolongadas, como la que afectó nuestra región a inicios del año pasado. Estos aumentos en la temperatura también conducen a subas en la evaporación, y si el agua que requieren los árboles no está disponible hay una reducción en la fotosíntesis y la captura de carbono. Los árboles pierden sus hojas masivamente como estrategia para ahorrar energía y preservar la indispensable humedad, y la progresión lleva a un círculo vicioso, porque a menor captación de carbono, mayor efecto invernadero y aumento de temperaturas.
La “eficacia ambiental” de cada especie forestal responde en gran medida a sus dimensiones y lo tupido de su follaje; por eso, en nuestra Ciudad predominan especies potencialmente frondosas como los fresnos, tilos, plátanos y paraísos. Concretamente, entre las 106 categorías taxonómicas -especies, géneros, variedades- que identificó el más reciente censo forestal, predominan los fresnos americanos (20 por ciento del total de ejemplares); siguen los tilos (10%), falsas acacias (4,5%), crespones, paraísos y ligustros variegados (4%), y los plátanos y acer (2,5%).
Los expertos de la Dirección Forestal Provincial del MAA precisan que “existen aproximadamente unas 15 a 20 especies adecuadas para plantar en ámbitos urbanos” y destacaron entre ellas al fresno -tanto americano como dorado-, la catalpa, el tilo y el plátano”. Además, son viables las acacias blancas y rosadas, los arces, los jacarandaes, paraísos y sóforas.
El fenómeno no sólo implicaría un aumento en el efecto invernadero, sino que en metrópolis como La Plata haría aún más precaria una calidad ambiental deteriorada por las talas indiscriminadas de árboles y la escasez de nuevas plantaciones que prosperen en el tiempo.
Los árboles, al necesitar del carbono presente en la atmósfera para crear sus hojas y crecer, captan hasta un quince por ciento de las emisiones de dióxido de carbono provocadas por la actividad humana. La captación del carbono y su transformación en biomasa (brotes y madera) sigue un ciclo anual relacionado con las condiciones climáticas, en dos fases de crecimiento: en la primera los ejemplares crecen en volumen, y en la segunda capturan el carbono.
La investigación que se dio a conocer días atrás fue elaborada por un grupo de científicos europeos, que monitoreó el crecimiento de árboles en varios puntos del Hemisferio Norte y descubrió que el progresivo aumento de las temperaturas les provoca estrés, modificando el ciclo de asimilación del carbono y por tanto su absorción.
El relevamiento más reciente encarado por la Comuna local dejó en evidencia que uno de cada tres frentes del casco histórico carece de árboles. Y desde diferentes entidades ambientalistas se estimó en al menos quince mil la cantidad de nuevos ejemplares que harían falta para lograr un marco que atenúe la contaminación, contribuya a la absorción de lluvias y al equilibrio climático de nuestra región.
Según estudios de la facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de La Plata hay alrededor de diez metros cuadrados de árboles por habitante, cuando el ideal sería de 30 a 40; se estima que 150 metros cuadrados de follaje generan el oxígeno que una persona utiliza en todo un día. Pero cada vez hay menos, y las carencias son mayores en localidades y barrios como Villa Elvira, Los Hornos, El Dique y Aeropuerto.
De acuerdo con un informe que acaba de emitir la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2015 se cerrará como “el año más cálido registrado desde la era preindustrial”. Y las principales causas que se identificaron son el calentamiento global provocado por el hombre, y la fuerte incidencia de El Niño. El estudio sentencia que la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera superó las 400 partes por millón durante este año, y que las superficies oceánicas también alcanzaron temperaturas récord.
Así como presenta inesperadas irrupciones de frentes fríos en plena primavera, frenando la floración de algunas especies, el cambio climático favorece la alternancia de tormentas violentas con sequías prolongadas, como la que afectó nuestra región a inicios del año pasado. Estos aumentos en la temperatura también conducen a subas en la evaporación, y si el agua que requieren los árboles no está disponible hay una reducción en la fotosíntesis y la captura de carbono. Los árboles pierden sus hojas masivamente como estrategia para ahorrar energía y preservar la indispensable humedad, y la progresión lleva a un círculo vicioso, porque a menor captación de carbono, mayor efecto invernadero y aumento de temperaturas.
La “eficacia ambiental” de cada especie forestal responde en gran medida a sus dimensiones y lo tupido de su follaje; por eso, en nuestra Ciudad predominan especies potencialmente frondosas como los fresnos, tilos, plátanos y paraísos. Concretamente, entre las 106 categorías taxonómicas -especies, géneros, variedades- que identificó el más reciente censo forestal, predominan los fresnos americanos (20 por ciento del total de ejemplares); siguen los tilos (10%), falsas acacias (4,5%), crespones, paraísos y ligustros variegados (4%), y los plátanos y acer (2,5%).
Los expertos de la Dirección Forestal Provincial del MAA precisan que “existen aproximadamente unas 15 a 20 especies adecuadas para plantar en ámbitos urbanos” y destacaron entre ellas al fresno -tanto americano como dorado-, la catalpa, el tilo y el plátano”. Además, son viables las acacias blancas y rosadas, los arces, los jacarandaes, paraísos y sóforas.
Etiquetas: datos de la ciudad
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