miércoles, 30 de marzo de 2016
ENCAMINADOS PARA RUSIA 2018
La Selección, que se había amigado con la gente, venció 2-0 a Bolivia (Mercado y Messi de penal) y ratificó su amor en Córdoba. Sumó los seis puntos y quedó bien posicionada
Se propusieron sacar los seis puntos en esta doble fecha de Eliminatorias y lo consiguieron. Y es por eso que Argentina no sólo se posicionó en la clasificación rumbo al Mundial, sino que, en base al resultado y el buen nivel de juego, se afianzó para encarar con otro ánimo la Copa América Centenario.
De antemano se sabía que Bolivia era un rival accesible, pero que había sido un obstáculo en sus últimas visitas oficiales. Sin embargo, desde el arranque se notó la superioridad del combinado albiceleste, que en diez segundos tuvo una doble situación: presionó la salida del medio, Di María quedó mano a mano y definió al bulto, mientras que en el rebote Banega la quiso ubicar arriba y el travesaño le negó el grito.
De todos modos, al ritmo de un Messi encendido, gambeteador y retrasado para comandar los hilos y acciones del equipo, la Selección jugó un primer tiempo exquisito, que hizo aplaudir en más de una ocasión al público.
Más allá de la lesión de Di María, que continuó hasta los 30 minutos, Argentina atacó por las bandas y buscó siempre a Higuaín. Y en una avivada de Messi para el Pipita llegó la apertura, cuando el 9 definió por encima del arquero y en la segunda acción se la cedió a Mercado para que la empujara.
Desde allí todo se hizo más fácil. Así fue como en un ataque rápido, en el que Banega entró al área, el árbitro sancionó un polémico penal que Messi no dudó en cambiar por gol con un remate fuerta, arriba y cruzado que hizo esteril la estirada de Lampe.
Argentina tuvo varias para estirar la cuenta: fallaron Higuaín, Banega, Correa, dos remates de Marquitos Rojo y la salvada sensacional del arquero a Messi en un tiro libre.
Atrás, el elenco albiceleste no pasó sobresaltos: la dupla central estuvo rápida, sólida y bien acompañada por Mascherano; el medio manejó los hilos, pero faltó la última puntada en ofensiva, donde la cuenta quedó corta.
De todos modos, la Selección consiguió su misión, trepó a las 11 unidades (está a dos de Ecuador y Uruguay) y se va del país habiendo enamorando a su gente después del contacto del lunes. Esta vez, lo hizo en la cancha, con fútbol y un triunfo importante.
Se propusieron sacar los seis puntos en esta doble fecha de Eliminatorias y lo consiguieron. Y es por eso que Argentina no sólo se posicionó en la clasificación rumbo al Mundial, sino que, en base al resultado y el buen nivel de juego, se afianzó para encarar con otro ánimo la Copa América Centenario.
De antemano se sabía que Bolivia era un rival accesible, pero que había sido un obstáculo en sus últimas visitas oficiales. Sin embargo, desde el arranque se notó la superioridad del combinado albiceleste, que en diez segundos tuvo una doble situación: presionó la salida del medio, Di María quedó mano a mano y definió al bulto, mientras que en el rebote Banega la quiso ubicar arriba y el travesaño le negó el grito.
De todos modos, al ritmo de un Messi encendido, gambeteador y retrasado para comandar los hilos y acciones del equipo, la Selección jugó un primer tiempo exquisito, que hizo aplaudir en más de una ocasión al público.
Más allá de la lesión de Di María, que continuó hasta los 30 minutos, Argentina atacó por las bandas y buscó siempre a Higuaín. Y en una avivada de Messi para el Pipita llegó la apertura, cuando el 9 definió por encima del arquero y en la segunda acción se la cedió a Mercado para que la empujara.
Desde allí todo se hizo más fácil. Así fue como en un ataque rápido, en el que Banega entró al área, el árbitro sancionó un polémico penal que Messi no dudó en cambiar por gol con un remate fuerta, arriba y cruzado que hizo esteril la estirada de Lampe.
Argentina tuvo varias para estirar la cuenta: fallaron Higuaín, Banega, Correa, dos remates de Marquitos Rojo y la salvada sensacional del arquero a Messi en un tiro libre.
Atrás, el elenco albiceleste no pasó sobresaltos: la dupla central estuvo rápida, sólida y bien acompañada por Mascherano; el medio manejó los hilos, pero faltó la última puntada en ofensiva, donde la cuenta quedó corta.
De todos modos, la Selección consiguió su misión, trepó a las 11 unidades (está a dos de Ecuador y Uruguay) y se va del país habiendo enamorando a su gente después del contacto del lunes. Esta vez, lo hizo en la cancha, con fútbol y un triunfo importante.
Etiquetas: deportes
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